Esa fue la
frase que rondo mi mente en toda esta semana y lo que me impulso a
escribir de nuevo, después de varios meses de “complicaciones
existenciales” y crisis he tomado nuevas perspectivas y vengo con
mas fuerza,
Recién
empecé unas clases particulares de respiración y yoga, nuestra
facilitadora en el tema del yoga dio con la piedra angular, uno de
sus maestros de yoga le decía: “tener que ver sin juzgar”, lo
primero que uno se le viene a la mente es que miramos o estamos
viendo siempre a la otra persona sus defectos sus errores y por
alguna forma nos sentimos reflejados en ellas.
Sin
embargo llegue a la conclusión, creo yo que la persona que mas juzga
no es la que te ve, es uno mismo y por ende a los demás, nosotros
somos muy duros, somos estrictos y exigentes con nosotros mismos, no
nos conformamos no nos comprendemos y por eso muchos menos que
vallamos a comprender a los demás que igual que nosotros cometen
equivocaciones, errores o simplemente tiene un mal día, ningún día
es igual al otro, es irrepetible no hay repetición, lo que fue de
ayer fue de ayer.
Inclusive
a quien afecta mas no es al otro por una critica o una burla a quien
afecta mas a uno mismo el hecho de ver solo hacia afuera y no estar
cociente de que estas asimilando hacia adentro pues tal ves uno mismo
se lo guarda y peor aun se auto-sabotea al compararse con el otro,
limitándonos así nuestra capacidad de aprender y de improvisar,
muchas veces la vida se va en el tiempo que hacemos muchos planes
hacemos tantos planes por miedo al imprevisto que dejamos de vivir
nos aferramos a un solo punto nos anclamos y perdemos toda
espontaneidad, creyendo que toda la lo hemos visto o lo hemos vivido,
sin embargo es todo lo contrario estamos construyendo muros para
sentirnos protegidos y allá fuera en la naturaleza que es donde
realmente pertenecemos la dejamos a un lado para limitarnos a vivir
esquemas para que todo sea mas fácil de digerir.
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